lunes, 6 de junio de 2022

"Cuando dejas de exigir a todos, los más ricos salen ganando y la desigualdad aumenta"

Por Lluís Amiguet

Nuno Crato, exministro de Educación de Portugal

- ¿Cómo logró que Portugal ascendiera 44 puestos en los tests de educación Pisa?

- Para empezar, tuvimos que reconocer todos que nuestro sistema educativo no funcionaba.

- ¿En qué lo percibieron?

- Antes de ser ministro, ya en el 2002, nos dimos cuenta de que en los tests solo había dos países peores que Portugal: Irán e Islandia.

- ¿Islandia?

- Su educación no funcionaba. En cambio, la de Finlandia era excelente y tengo el orgullo de decir que durante mi ministerio superamos a los finlandeses en resultados TIMSS.

- ¡Enhorabuena!

- Fue un esfuerzo de todos durante una década y los tiempos que me tocaron gestionar a mí fueron muy duros: en el 2011, Portugal, en crisis de deuda, sufría recortes de la troika.

- ¿Y mejoraron resultados en vez de llorar los recortes? ¡Aún más enhorabuena!

- Cualquier sociedad que mida sus capacidades, acepte sus deficiencias y se proponga mejorarlas unida, mejorará. Nosotros, empezando por los docentes que se comprometieron, decidimos hacer más con menos.

- ¿Los resultados Pisa nos dicen todo sobre la calidad de la educación de un país?

- Es el menos malo de los modos de medir la calidad educativa y sin medir no se progresa.

- ¿No es usted demasiado resultadista?

- Soy matemático y estadístico y creo que si no medimos los rendimientos de los estudiantes, no podremos mejorar sus capacidades.

- ¿Educar no es algo más que evaluar?

- Sin evaluar no se puede educar. Yo quería ayudar, sobre todo, a los estudiantes más pobres; y eso pasaba por exigirles a ellos igual que a los mejores, pero dándoles, además, el refuerzo pedagógico y el apoyo necesarios.

- ¿A quien quieras ayudar, exígele?

- Los resultados nos demostraron que cuando exiges más a todos es cuando los más pobres o en principio menos dotados se superan y rinden más. Luego lo demostraron las notas.

- ¿Y el baldón psicológico de suspender?

- El baldón de verdad es la ignorancia. Y en eso cierta izquierda se está equivocando.

- ¿Cada vez se facilita más pasar de curso?

- Lo que hay que hacer es exigir igual a todos al tiempo que les refuerzas y ayudas para superar esa exigencia. La apuesta perezosa por la desigualdad es dejar de exigir a todos. Aprobarlos a todos es suspenderlos a todos.

- ¿Antes los colegios de niños ricos eran los que menos exigían?

- Cuando dejas de exigir a todos, los más ricos salen ganando y la desigualdad aumenta.

- ¿Los estudiantes ricos ya tienen su escalera social que no requiere de saberes?

- Porque es la de las relaciones, apellidos y el dinero heredado. Y eso la izquierda lo tenía muy claro el siglo pasado. Lea usted a Gramsci y verá de qué hablo. Los intelectuales progresistas antaño eran meritocráticos.

- ¿En vez de igualdad de mediocridades querían igualdad de oportunidades?

- Lo más justo es la igualdad de exigencias, porque la exigencia es la amiga de la excelencia. Y la izquierda creía que los más pobres debían autoexigirse más y el sistema educativo ser también exigente con ellos. Solo así el país progresaría, gracias a una clase dirigente surgida de lo más esforzado de la obrera.

- ¿Ahora el buenismo indulgente incentiva que todos aprueben todo sin esfuerzo?

- Y es aún peor el vaivén de sistemas y leyes educativas conforme van cambiando los partidos en el poder. Educar requiere consenso a largo plazo sin politizar las aulas.

- Aquí hemos perdido la cuenta de las leyes del postureo pedagógico legislativo.

- En Portugal tampoco podemos alardear de consensos, pero es cierto que tras comprobar nuestros fracasos en Pisa, hubo un cierto acuerdo transversal de los partidos para mejorar la educación. Y la mejoramos.

- ¿Qué hizo usted como ministro para incrementar la calidad pedagógica?

- En mi mandato hicimos un esfuerzo de atención a los programas, que tienen que ser exigentes, bien estructurados y ascendentes en progreso y conocimientos...

- ¿Y todos medibles?

- Solo con evaluación puede haber comprobación de error y corrección, ergo progreso.

- ¿Por qué la pedagogía alternativa suele desacreditar las evaluaciones?

- Esa pedagogía simplemente es comodona y lo cómodo es aprobar a todos, pero así perjudicas a los más débiles.

- ¿No es más eficaz enseñar que evaluar?

- A nadie le apetece hacer exámenes, pero sin ellos no sabes qué debes mejorar.

- ¿Qué hacer con el fracaso escolar?

- No dejar a nadie atrás. Ayudar a los niños con peores resultados a que se esfuercen más. No se trata de que los mejores sean aún mejores, sino de que todos progresen prestando más atención a los de en principio peores resultados sin dejar de exigirles igual que a todos.

- ¿Cómo lo sabe?

- En Portugal lo hicimos así y disminuimos el fracaso escolar. Mire números.