miércoles, 20 de abril de 2022
Putin en 1999: "¡Feliz nuevo milenio!"
Por Ramón Álvarez
Discurso de fin de año de 1999 de Vladímir Putin
Tras ser nombrado por Boris Yeltsin como su sucesor el 31 de diciembre de 1999, el nuevo presidente pronunció el discurso de Fin de Año y realizó un viaje relámpago a Chechenia para aparecer en el programa televisivo de Año Nuevo
"Les prometo que cualquier intento de actuar en contra de la ley y la Constitución rusas será zanjado"
"Rusia ha optado por la democracia y la reforma y se ha convertido en un Estado fuerte e independiente"
- El contexto.
“Vuestra tarea fundamental es poner fin a la desintegración de Rusia. Lo que hacéis es necesario para el país y Rusia os lo agradece”. Éstas fueron las palabras con las que los ciudadanos rusos recibieron un nuevo milenio que, sin efecto 2000, tuvo un inicio tan sorprendente como intenso.
El programa televisivo de Año Nuevo se interrumpió de repente y apareció el recién designado presidente provisional, Vladímir Putin, dirigiéndose a los militares rusos desplegados en Majachkalá, capital de Daguestán y retaguardia del frente de Chechenia.
El caso es que Putin ya había aparecido minutos antes en pantalla para ofrecer su primer discurso presidencial de Fin de Año –que ofrecemos íntegro–, justo antes de que las campanadas del reloj del Kremlin anunciasen con una austeridad eslava que empezaba un nuevo año y una nueva era para el país.
Pero, para sorpresa de propios y extraños, el presidente in péctore quiso dar un golpe de efecto y marcar un perfil propio que lo ha acompañado desde entonces y emprendió un viaje relámpago allí donde el Ejército ruso luchaba por recuperar Grozni y hacer así que su primer acto oficial fuese un reconocimiento a las tropas.
La idea era que el acto se celebrase en Gudermés, la segunda ciudad de Chechenia, bajo control ruso y a escasos 40 kilómetros de la capital. Fue allí adonde Putin, su mujer y el equipo de la televisión rusa se trasladaron desde Majachkalá en helicóptero. Pero el mal tiempo en esas fechas en la cara norte del Cáucaso aconsejó abortar el viaje antes de completarlo y emprender el regreso a Daguestán.
Las campanadas les pillaron en pleno vuelo –no era problema, el discurso de Fin de Año estaba grabado–, y de vuelta en Majachkalá rápidamente se improvisó un homenaje a los militares allí apostados. Sin comerlo ni beberlo y ya de madrugada, varios oficiales se encontraron con un homenaje del flamante presidente interino y con un cuchillo militar de regalo.
Tampoco dio tiempo de cambiar la inscripción de la empuñadura, donde se señalaba que era un regalo del primer ministro, por más que en ese momento Putin ya había culminado un ascenso meteórico hasta la presidencia. El caso es que el equipo de la televisión rusa pudo conectar a tiempo con Moscú y ofrecer el homenaje castrense en pleno programa de variedades.
Era la culminación de una jornada que había empezado de buena mañana con los preparativos de un relevo presidencial que pilló a todo el mundo por sorpresa. Putin apenas llevaba cuatro meses como primer ministro tras haber sido designado por Yeltsin en la enésima crisis de gobierno. Sin embargo, constitucionalmente era quien debía sustituir provisionalmente al presidente si éste renunciaba hasta la convocatoria de elecciones.
En ese momento el primer ministro se encontraba en la cresta de la ola precisamente por su ofensiva en Chechenia a raíz de diversos atentados sangrientos de los rebeldes chechenos en varias ciudades rusas, entre ellas Moscú, y su avance hacia Daguestán. De ser prácticamente un desconocido, la guerra había hecho de Putin un mandatario popular, y en su debut como presidente no quiso ser menos.
Así que tras el traspaso del poder y del maletín nuclear por parte Yeltsin, con el patriarca Alexis II de Moscú y de Toda Rusia como testigo, Putin cumplió con una extensa agenda que le ocupó todo el día –aún se pueden consultar en la web del Kremlin las 16 notas de prensa remitidas a los medios ese día– mientras la noticia de la renuncia de presidente corría como la pólvora por los informativos nacionales e internacionales.
El nuevo presidente se apresuró en firmar un decreto que concedía inmunidad jurídica a presidente saliente, mantuvo una larga serie de reuniones, grabó su primer mensaje presidencial a la nación ante un pobre e improvisado árbol de Navidad y culminó la jornada con su reto personal: presentarse desde el frente como un gran mandatario con ardor guerrero.
- El discurso.
“Queridos amigos,
”En la víspera de Año Nuevo, mi familia y yo habíamos planeamos reunirnos alrededor de la televisión, como probablemente habrán hecho ustedes, para escuchar el discurso del presidente Boris Yeltsin. Pero las cosas han tomado un rumbo diferente.
”El 31 de diciembre de 1999, el primer presidente de Rusia ha decidido renunciar. Y me ha pedido que hoy me dirija al pueblo ruso.
”Hoy me han sido entregados los poderes de jefe de estado. Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo en tres meses. Les aseguro que no habrá vacío de poder, ni por un minuto. Les prometo que cualquier intento de actuar en contra de la ley y la Constitución rusas será zanjado.
”El Estado se mantendrá firme para proteger la libertad de expresión, la libertad de conciencia, la libertad de los medios de comunicación, los derechos de propiedad, estos elementos fundamentales de una sociedad civilizada.
”Las Fuerzas Armadas, el Servicio Federal de Fronteras y las fuerzas del orden están trabajando en el régimen habitual. El Estado continúa defendiendo la seguridad de todos los ciudadanos rusos.
”Al tomar su decisión de dimitir, el presidente actuó en pleno cumplimiento de la constitución. Podremos ver la verdadera importancia de lo que Boris Yeltsin ha hecho por Rusia sólo después de que haya pasado un tiempo. Sin embargo, ya está claro que fue gracias al presidente que Rusia ha optado por la democracia y la reforma, está avanzando hacia estos objetivos, y se ha convertido en un Estado fuerte e independiente.
”Deseo salud y felicidad a Boris Yeltsin, el primer presidente de Rusia.
”El año nuevo siempre ha sido la fiesta más preciada, amable y amada en Rusia. Es una fiesta en la que los sueños se hacen realidad, y esto es especialmente así este año. Creo que los buenos sueños que tenemos se harán realidad.
”Queridos amigos:
”El nuevo año comenzará en unos segundos. Sonriamos a nuestros amigos y parientes, y deseémonos calidez, felicidad y amor. Brindemos por Rusia en el nuevo milenio, por el amor y la paz en cada hogar, por la salud de nuestros padres y de nuestros hijos.
”¡Feliz año nuevo! ¡Feliz nuevo milenio!”